El Partido Popular (PP) ha intensificado sus críticas hacia el reciente pacto entre el Partido Socialista de Cataluña (PSC) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que ha permitido la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat. En un llamamiento directo, la formación ha instado al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, a reaccionar y tomar medidas concretas contra el acuerdo.
A través de su cuenta en la red social ‘X’, Paco Núñez, líder del PP en Castilla-La Mancha, ha acusado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de realizar concesiones al independentismo que perjudican directamente a su región. Según Núñez, es inaceptable «enviar el dinero de los españoles a Cataluña para pactar un gobierno» y ha prometido defender a Castilla-La Mancha «con nuestro voto», cuestionando públicamente si García-Page se limitará a publicar titulares o pasará a la acción.
Por su parte, el vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo, también ha expresado su posición en la red social, instando a García-Page a que pase de las palabras a los hechos. Bravo ha enfatizado que su partido ha advertido sobre esta «deriva y ruptura» durante mucho tiempo, subrayando la importancia de actuar y trabajar con los diputados (8) de Castilla-La Mancha en el Congreso para evitar que avance la reforma propuesta.
Alfonso Serrano, secretario general del PP en Madrid, también se ha dirigido a García-Page en la red social ‘X’, señalando que el «atentado» mencionado en sus declaraciones respecto al pacto no es solo cuestión de protesta verbal. Serrano ha insistido en que para impedir las consecuencias de dichos acuerdos se requieren cambios legislativos, y esos cambios pasan por la acción de los diputados de su región en el Congreso, sugiriendo que más allá de romper el silencio, se debe romper el acuerdo con votos en contra.
Este cúmulo de reacciones dentro del PP refleja el descontento y la preocupación dentro del partido por las implicaciones que el pacto PSC-ERC puede tener para otras regiones de España y el balance de poderes dentro del país. A su vez, ponen de manifiesto la presión que ejerce la formación sobre políticos de su color para que tomen una posición firme frente a lo que consideran una cesión inaceptable al independentismo catalán.
