La polémica sobre la gestión del agua en Castilla-La Mancha ha alcanzado un nuevo capítulo en la esfera política regional. La secretaria general y portavoz parlamentaria del Partido Popular (PP) de Castilla-La Mancha, Carolina Agudo, ha respondido a las recientes declaraciones del secretario de Organización del PSOE regional, Sergio Gutiérrez, quien solicitaba al presidente regional del PP, Paco Núñez, firmar un compromiso para derogar el trasvase Tajo-Segura para usos distintos al abastecimiento humano.
En una carta recogida por Diario CLM, Agudo ha recordado a Gutiérrez que el PP de Castilla-La Mancha ya había suscrito el Pacto Regional por el Agua el 10 de diciembre de 2020, un acuerdo firmado por más de 50 entidades implicadas en la política hídrica regional. Agudo critica la solicitud del PSOE calificándola de redundante y sin sentido, ya que un documento ya firmado no necesitaría reafirmarse.
Además, Agudo ha atacado al presidente regional, Emiliano García-Page, acusándolo de no tener la «gallardía» suficiente para llevar el documento ante el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, o a la sede del PSOE en Ferraz. Según Agudo, Page y su equipo deberían defender la posición común sobre el agua de Castilla-La Mancha a nivel nacional, algo que, a su juicio, no han hecho.
La dirigente del PP destaca que Paco Núñez sí presentó el Pacto Regional por el Agua al líder de su partido, Alberto Núñez Feijóo, subrayando que se trata de un conflicto que requiere ser atendido más allá de las fronteras de la comunidad autónoma.
Agudo lamenta la actitud del PSOE de Castilla-La Mancha que tacha de «sectaria», y considera que la formación socialista no ha sabido resolver el problema del agua que persiste desde hace 40 años, a excepción de los cuatro años en los que el PP estuvo al mando del gobierno autonómico. Acusa al PSOE de generar confusión a través de «bulos y titulares».
Finalmente, Agudo insta a los socialistas a reconsiderar su postura y pide que se unan al consenso existente, sugiriendo que su enfoque actual se asemeja más a un «sainete» y un mero intercambio de cartas.
Este enfrentamiento entre PP y PSOE demuestra una vez más las complejidades de la política hídrica en Castilla-La Mancha, donde la lucha por los recursos y la sostenibilidad ambiental sigue siendo una fuente de conflicto político y social.