La secretaria general y portavoz parlamentaria del Partido Popular de Castilla-La Mancha, Carolina Agudo, ha denunciado este viernes la «situación dramática» que enfrenta el campo castellanomanchego en plena campaña de vendimia. Durante declaraciones a los medios en Corral de Almaguer (Toledo), Agudo alertó sobre el grave estado de la economía vitivinícola en la región, que se ve amenazada por la falta de mano de obra y el «hostigamiento» que, según ella, ejercen las administraciones socialistas sobre los agricultores.
Agudo subrayó que «miles de kilos de uva corren peligro» debido a la escasez de cuadrillas para la recolección. En este contexto, criticó las acciones de la Delegación del Gobierno, que ha puesto en marcha inspecciones masivas y desproporcionadas, acusando a las autoridades de tratar a los agricultores como si fueran delincuentes.
La dirigente del PP en Castilla-La Mancha también cuestionó la falta de respuesta del Gobierno de Emiliano García-Page, afirmando que «ni está ni se le espera.» Según Agudo, es fundamental que se ofrezcan soluciones y alternativas para sostener la campaña vitivinícola, instando a que los agricultores reciban el apoyo que necesitan en lugar de una intimidación constante.
En respuesta a la situación, Agudo ha anunciado que el Grupo Parlamentario Popular llevará esta problemática a las Cortes regionales, manifestando que, bajo el liderazgo de Paco Núñez, se exigirán respuestas inmediatas para proteger a las familias que dependen del campo en Castilla-La Mancha.
El vicepresidente de las Cortes regionales, Santiago Lucas-Torres, también se hizo eco de la situación, afirmando que el campo ya no puede soportar más presión y burocracia. Lucas-Torres enumeró diversos problemas que afectan al sector, incluyendo la escasez de agua, asuntos relacionados con la PAC y la plaga de conejos. Sin embargo, también enfatizó que, en plena recolección, las inspecciones del Gobierno son desproporcionadas, y pidió que se busquen soluciones más efectivas para ayudar a los agricultores.
El alcalde de Miguel Esteban, Marcelino Casas, respaldó la postura de sus colegas al afirmar que los agricultores son trabajadores honestos que sostienen las cooperativas y economías locales, y que actualmente se enfrentan a unos precios que no reflejan el coste real de sus productos. Además, Casas recordó que, durante la pandemia, los agricultores fueron esenciales para mantener el suministro alimentario, y ahora también merecen un trato justo y un apoyo real ante la crisis que atraviesan. Al concluir, subrayó que lo que buscan los agricultores es respeto y soluciones, en lugar de trabas adicionales.