El presidente del Partido Popular de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, ha reaccionado con firmeza a la intervención del presidente regional, Emiliano García-Page, durante el Debate de Estado de la Región. Núñez ha acusado a García-Page de mezclar «medias verdades con mentiras de manera permanente» y ha insinuado que parece «aburrido de Castilla-La Mancha», centrándose en criticar la gestión económica y de servicios públicos del Ejecutivo regional.
En su primer turno de intervención, Núñez ha criticado lo que considera la repetición de propuestas viejas de García-Page, afirmando que su intervención careció de originalidad y contenido nuevo. Además, ha subrayado la mala gestión económica, mencionando que «la tasa de crecimiento medio en nuestra región en los últimos 12 años es una de las peores del conjunto del país». Asimismo, ha señalado que la situación económica ha dejado a «640.000 personas» en «vulnerabilidad social», destacando que «el 50% de la población» pasa por dificultades para llegar a fin de mes.
La gestión de los servicios públicos también ha ocupado un lugar central en sus críticas. Núñez ha hecho hincapié en que García-Page no ha ejecutado los presupuestos, citando específicamente “346 millones de euros” no invertidos en materia de dependencia. Al respecto, se mostró escéptico sobre las promesas del presidente de incrementar el concierto para las residencias de mayores, recordando que ya había realizado anuncios similares en el pasado.
El líder del PP regional no se detuvo ahí y amplió sus críticas a la sanidad de Castilla-La Mancha, mencionando que desde 2015 el presidente ha dejado de ejecutar «682 millones de euros en inversiones sanitarias». También hizo referencia a la precariedad del sistema de salud, citando listas de espera y la falta de una carrera profesional adecuada para los profesionales del sector.
Núñez criticó igualmente la política de inversiones en infraestructuras, alegando que hay una falta de atención a la mejora de autovías y carreteras. En el contexto agrícola, denunció el tratamiento que reciben los productores del sector primario y la polémica en torno a la PAC, indicando que las ayudas no llegan a tiempo y que los agricultores siguen trabajando en condiciones difíciles.
Respecto a la política del agua, el presidente del PP realizó importantes reclamaciones sobre el uso del agua de la región y la necesidad de un Pacto Regional del Agua que priorice los intereses de Castilla-La Mancha. En el ámbito educativo, hizo eco de los datos negativos del Informe PISA, señalando que los estudiantes de la región se encuentran por debajo de la media en matemáticas, lectura y ciencia, y criticó la falta de interés del Gobierno en el patrimonio cultural y en el ámbito deportivo.
Finalmente, tras expresar su desacuerdo con García-Page, Núñez propuso «siete grandes pactos» que incluyen una actualización del pacto del agua, esfuerzos para abordar la despoblación, una nueva Ley de Vivienda, mejoras en el sistema educativo y una modernización de la atención primaria en la sanidad. Además, sugirió un pacto para «proteger a España», que impida que algún parlamentario altere el orden constitucional en sus votaciones. Con estas propuestas, Núñez busca articular un cambio significativo en la gestión de la región y responder a lo que considera carencias del actual gobierno.