Este miércoles ha tenido lugar la declaración de los policías que encontraron el cadáver del bebé recién nacido, embolsado y oculto en una caja en el almacén de un bar de Albacete, quienes han asegurado que «se veía claramente que era un niño».
Ha sido durante la tercera sesión del juicio contra M.M.C., acusada de parricidio, que ayer indicó no haber visto un bebé en ningún momento.
«Solo vi sangre, tripas y una bola de pelo, pero no tenía forma de bebé», testificó la procesada.
No obstante, durante la prueba testimonial, todos los agentes que intervinieron la noche del 11 de octubre del 2020 han coincidido en que era un «bebé a término».
«Se veía perfectamente que era un bebé cuando abrías la bolsa, además se podía identificar también la placenta, el cordón umbilical», ha señalado uno de los policías.
Durante la vista, los agentes han detallado las funciones que desempeñó cada uno ese día, cuyo principal objetivo desde el principio fue «encontrar al niño con vida».
«Recibimos la llamada de la ginecóloga diciendo que había una mujer que acababa de dar a luz y que no había bebé, así que todo lo que hicimos era intentar encontrar al niño aún con vida», han explicado.
CAMBIO DE TESTIMONIO
Uno de los agentes que tomó declaración a la mujer ha explicado cómo fue cambiando su testimonio cuando le informaron de que habían encontrado el cuerpo del bebé.
«Al principio me dijo que tenía la regla y que había sangrado mucho, pero cuando le dije que habían encontrado al bebé me contó que no sabía que estaba embarazada, que se encontraba mal, palpó la cabeza de un bebé, tiró de él y lo metió en la bolsa».
A preguntas de la fiscal sobre la reacción de la acusada al enterarse de que habían encontrado al bebé, el agente ha indicado que «no tuvo ningún interés por saber si estaba vivo o muerto, tampoco sabía el sexo del bebé, dijo que estaba amoratado y lleno de sangre y que no se fijó».
Por su parte, la agente instructora de las diligencias, encargada del levantamiento del cadáver, ha corroborado la muerte del bebé, confirmada por la forense en el lugar de los hechos.
Asimismo, respondiendo a la defensa, ha explicado que recogieron en el atestado que fue un asesinato por las pruebas recabadas, tales como los medicamentos que encontraron en la mesita de la procesada, contraindicados para embarazadas.
«Valoramos que estaba tomando esos medicamentos contraindicados porque no quería llevar el embarazo a término, igual que consideramos que sabía que estaba embarazada porque ya había tenido dos abortos voluntarios, por lo que sabía reconocer los síntomas de un embarazo y lo que estaba pasando», ha esgrimido.
El juicio continuará este jueves, en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Albacete, con las declaraciones del resto de testigos.
El Ministerio Fiscal mantiene la acusación de asesinato y solicita la pena de prisión permanente revisable, mientras que el abogado de la defensa pide 13 meses de multa por un delito de aborto.