Durante la madrugada del 12 de abril, en la calle Doctor Benito Hernando, 13, en Guadalajara, un bebé estuvo a punto de perder la vida. Un particular alertó a la Policía Local de Guadalajara, informando sobre un pequeño que se estaba ahogando y no podía respirar. Los oficiales se desplazaron rápidamente al lugar y encontraron a una mujer con su bebé en brazos, que estaba amoratado y no podía respirar. Los agentes tomaron al bebé, que tenía solo dos días de edad, y comenzaron las maniobras de reanimación, llegando a realizar ocho compresiones torácicas. Gracias a su acción rápida y decidida, el bebé comenzó a respirar normalmente y rompió a llorar. Los servicios sanitarios llegaron poco después y trasladaron al bebé y a su madre al Hospital General Universitario de Guadalajara. Los oficiales se mantuvieron en contacto con la progenitora, quien les informó de que el bebé continuaba ingresado en el hospital y las pruebas realizadas hasta el momento eran satisfactorias. La madre agradeció a los oficiales su rápida actuación, ya que habían salvado la vida de su hijo.