La portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Esther Padilla, ha denunciado públicamente la cancelación de la obra teatral ‘Qué difícil es’ por el Ayuntamiento de Quintanar de la Orden, gobernado por PP y Vox, comparando el acto con la censura cultural propia de la dictadura franquista. Padilla critica que, debido a esta decisión, los residentes de dicha localidad tendrán que desplazarse a municipios vecinos para poder disfrutar de representaciones culturales censuradas en su propio pueblo.
Durante sus declaraciones, Padilla ha enfatizado la postura del Ejecutivo autonómico de mantenerse alerta y tomar las acciones necesarias para salvaguardar los avances culturales y evitar retrocesos. Ha sido firme en su postura al calificar la cancelación de la obra como un «caso flagrante de censura», criticando al PP por restringir el acceso a la cultura en función de sus gustos personales y moralidades.
La controvertida cancelación se centra en la representación ‘Qué difícil es’, que fue retirada de la agenda cultural el pasado 27 de enero mientras formaba parte de la Red de Teatros de Castilla-La Mancha. Según Padilla, el motivo de la censura no se basa únicamente en que los actores aparecieran en escena con ropa interior, sino que la raíz de la preocupación del PP radica en el diálogo que la obra mantiene sobre la diversidad sexual.
La denuncia por censura también ha sido expresada por las compañías productoras de la obra, Los 90 Producen y La Mandanga Producciones, quienes han alzado su voz en las redes sociales contra el Ayuntamiento de Quintanar de la Orden por su decisión de retirar el espectáculo de la programación. Según alegan, la justificación presentada por el consistorio se basaba en que en el montaje aparecen actores en ropa interior.
Por otro lado, el Ayuntamiento de Quintanar de la Orden ha negado tales acusaciones de censura. Su posición oficial sugiere que la cancelación se debió a la posible falta de interés por parte del público local. Sin embargo, esta versión ha sido insuficiente para acallar las críticas y mantener a raya las preocupaciones respecto a la libertad de expresión cultural en la región.