El vicepresidente primero de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, ha reiterado el firme compromiso de su gobierno con la promoción del turismo como eje de desarrollo para las zonas rurales de la región. Específicamente, ha puesto el foco en la comarca de Molina de Aragón, en Guadalajara, señalando cómo la reciente aprobación de un plan de sostenibilidad turística propulsará notablemente su patrimonio arqueológico e histórico.
Con una inversión que alcanza los 3,1 millones de euros, este plan pretende desplegar sus efectos hasta el año 2026, con el fin de transformar la zona bajo criterios de sostenibilidad medioambiental, económica y territorial. Los fondos para el proyecto provienen de la Unión Europea, encuadrados dentro del programa Next Generation, y se espera que actúen como catalizadores del potencial que alberga este territorio, rico en legados celtibéricos, incluidos castros y necrópolis.
Las inversiones, según los detalles proporcionados por la Junta en su comunicado, estarán enfocadas en los tres sitios arqueológicos más emblemáticos de la zona: Peña Moñuz en la Olmeda de Cobeta, Castil de Griegos en Checa, y Los Rodiles en Cubillejo de la Sierra. Además, el plan contempla realizar excavaciones arqueológicas y crear experiencias envolventes mediante la realidad virtual.
El proyecto, valorado positivamente el pasado mes de octubre por el Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha, sucede a la transferencia de 27 millones de euros de los Planes de Sostenibilidad Turística en Destino, albergados bajo el paraguas del Plan de Recuperación. Martínez Guijarro destacó este movimiento estratégico indicando que para el 2024, el presupuesto para cultura específicamente dirigido al Patrimonio artístico experimentará un crecimiento del 25%, escalando a 24,5 millones de euros.
El vicepresidente ha subrayado el valor turístico y económico de yacimientos como el Prao de los Judíos para combatir el fenómeno de la despoblación en determinadas áreas. En esta línea, reafirma la importancia de mantener y promocionar el patrimonio cultural como recurso esencial de la región.
En cuanto al Prao de los Judíos, este yacimiento arqueológico situado en la villa de Molina de Aragón, el cual es parte de un conjunto histórico, ha sido objeto de trabajos de consolidación y restauración financiados por el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Las recientes obras, finalizadas el pasado noviembre y que representaron una inversión de 124.000 euros, se enfocaron en preservar elementos significativos del sitio, entre ellos la sinagoga. A esto se añade una inversión anterior de 50.000 euros para la consolidación de la muralla medieval adyacente.
Con estas actuaciones, se busca no solo preservar el rico legado histórico de la región, sino también impulsar la economía local, fomentando la visita de turistas y dinamizando las comunidades en riesgo de despoblación.
