En un movimiento significativo hacia la modernización del sistema de control aéreo de Estados Unidos, el presidente Donald J. Trump y el secretario de Transporte, Sean Duffy, anunciaron hoy un ambicioso plan destinado a transformar completamente la infraestructura de tráfico aéreo nacional. Esta iniciativa se produce en un momento en que la administración Biden ha sido criticada por su falta de acción en un área considerada crítica por expertos y observadores.
Durante el anuncio, Trump destacó que esta iniciativa representa un paso decisivo hacia la mejora de la seguridad y eficiencia del transporte aéreo en el país, respondiendo a advertencias prolongadas sobre la obsolescencia de la tecnología existente. Las principales aerolíneas del país acogieron con entusiasmo la propuesta, calificándola de histórica y esencial para el futuro de los viajes aéreos en Estados Unidos.
Los comentarios de los presidentes de las aerolíneas reflejaron un consenso optimista. Scott Kirby, CEO de United Airlines, describió el día como uno que había estado esperando a lo largo de su carrera, mientras que Robert Isom, de American Airlines, subrayó la necesidad urgente de reemplazar un sistema de control aéreo que ha estado operando con tecnología desfasada. Ed Bastian, de Delta Air Lines, y Bob Jordan, de Southwest Airlines, destacaron también la importancia del liderazgo mostrado para abordar esta situación que ha persistido durante décadas. Por su parte, Joanna Geraghty de JetBlue enfatizó que la modernización del sistema de control de tráfico aéreo ha sido una prioridad fundamental para la industria durante años.
El plan de la administración Trump incluye varias medidas clave, que prometen transformar radicalmente la infraestructura actual. Entre las iniciativas destacan el reemplazo de tecnología obsoleta en más de 4,600 centros de control, la construcción de seis nuevos centros de coordinación de tráfico aéreo por primera vez en seis décadas, y la implementación de un hardware y software modernos en todas las instalaciones para garantizar la cohesión en el sistema a nivel nacional.
Tal cambio no solo apunta a una mejora técnica, sino a asegurar que Estados Unidos regrese a la vanguardia en gestión de tráfico aéreo, un sector vital para la economía y el movimiento de personas en el país. Con la inminente implementación de estas medidas, la administración espera no solo modernizar la infraestructura, sino también fomentar una cultura de seguridad y eficiencia en el transporte aéreo que beneficiará a millones de ciudadanos y viajeros.
Fuente: WhiteHouse.gov