En un movimiento que ha suscitado controversia, la Corporación Municipal de Pioz (Guadalajara) ha aprobado en pleno extraordinario, con el apoyo clave del voto de calidad del alcalde socialista Manuel López, las liberaciones retribuidas para cinco de los seis concejales que forman el equipo de Gobierno. Este acuerdo se ha ratificado a pesar de que el PSOE de López ha estado gobernando en minoría, y se ha apoyado en los votos de dos ex miembros de Vox, quienes abandonaron su partido y, actualmente alineados como no adscritos, han permitido esta gobernabilidad.
La medida aprobada significa que ambos ex concejales de Vox y otros tres miembros del PSOE recibirán sueldos como parte del equipo de Gobierno, excluyendo al propio alcalde, que ya desempeña funciones remuneradas como asesor de Deportes de la Junta. La aprobación de estas liberaciones tan solo fue posible debido a la ausencia del concejal de Vox, quien no pudo asistir al pleno por razones personales. Esta circunstancia ha sido criticada por Podemos, quienes denuncian que el pleno se aprovechó intencionadamente para pasar la propuesta con éxito.
El Partido Popular (PP), por su parte, ha expresado su intención de estudiar acciones legales contra el acuerdo, calificando las maniobras del PSOE de «indecentes» y acusándolos de vulnerar la normativa contra el transfuguismo. El portavoz del PP en el Ayuntamiento, José Luis Sánchez, ha destacado que, acorde con un informe de la Secretaría, los concejales no adscritos no deberían recibir nuevos cargos ni retribuciones. Además, señalan que lo acontecido es un «pacto de la vergüenza» cimentado en una suma anual de 66.000 euros, derivada de las nuevas asignaciones salariales aprobadas para los ex concejales de Vox y para los miembros del PSOE.
Por su parte, el ex alcalde y actual concejal de Podemos, Juan Antonio Pendás, ha lamentado el uso de la ausencia del edil de Vox para celebrar la sesión y ha remarcado la gravedad de adoptar tales sueldos en un municipio con un endeudamiento significativo. La formación morada ha criticado duramente al PSOE por esta gestión, tildándola de «indecente» y cuestionando que se fijen salarios a partir del máximo establecido para alcaldes de localidades de tamaño similar a Pioz. Estas acusaciones resaltan el descontento y la polarización que se vive en el ámbito político del pequeño municipio alcarreño.