La Fiscalía ha solicitado una condena total de 15 años de prisión por homicidio y tres años por un delito de robo con violencia en grado de tentativa para dos acusados relacionados con la muerte de un vecino en Alborea, ocurrida en 2014. Además, la institución propone que ambos cumplan con una libertad vigilada de seis años tras cumplir su pena de prisión.
Los acusados, de nacionalidad rumana y identificados como F.M. e I.F., fueron detenidos en noviembre de 2022 en el Reino Unido y Rumanía gracias a la colaboración de Interpol y las fuerzas de seguridad de ambos países. Se les señala por haberse desplazado a la vivienda de J.N.V., un anciano de 70 años que vivía solo, con la intención de sustraer objetos de valor. Según la acusación, en el momento en que J.N.V. los sorprendió, sufrieron un feroz ataque por parte de los acusados, quienes dejaron restos de ADN en su cuerpo.
El ataque se intensificó cuando la víctima se encontraba en el suelo, y los acusados continuaron con el saqueo de la casa sin preocuparse por la suerte del anciano, que posteriormente falleció a causa de los golpes recibidos. La autopsia confirmaría esta versión al evidenciar que la víctima quedó tirada en la cocina mientras los ladrones abandonaban el lugar.
La Fiscal no ha logrado demostrar el robo de objetos específicos debido al fallecimiento de J.N.V., quien conocía bien el contenido de su hogar. Sin embargo, la hermana de la víctima ha reclamado una indemnización de 90.000 euros, que la Fiscalía ha validado junto con los intereses legales de demora.
La escena del crimen fue descubierta días después del incidente, cuando un familiar de J.N.V. acudió a su casa tras no tener noticias de él. Desde el inicio de la investigación, la Guardia Civil sospechó que la muerte fue violenta y posiblemente ligada a un robo. Las muestras obtenidas durante la autopsia coincidieron con piezas no identificadas halladas en otro robo en Teruel, lo que llevó a la identificación de un sospechoso también de nacionalidad rumana, con vínculos en la comarca de la Manchuela.
La investigación avanzó gracias al análisis de perfiles en redes sociales, lo que permitió identificar a un segundo sospechoso. Este fue localizado mediante una muestra genética que se encontraba en un banco de sangre de los servicios de salud de la Comunidad Valenciana, coincidía con el ADN encontrado en la escena del crimen. Tras obtener los permisos judiciales necesarios, fue emitida una orden europea de detención, que resultó en la captura de uno de los sospechosos en Rumanía y la extradición del otro desde el Reino Unido.
Tras completar las diligencias correspondientes, ambas personas se encuentran actualmente en prisión provisional y el juicio está programado para comenzar este miércoles en el Juzgado de Instrucción de Casas Ibáñez, en Albacete.