En busca de la inclusión social y el reconocimiento de sus necesidades particulares, la comunidad con sordoceguera de Castilla-La Mancha ha alzado la voz. El pedido resuena con fuerza: ser partícipes de la sociedad en igualdad de condiciones que el resto de los ciudadanos.
El escenario de esta demanda ha sido el salón de actos de la Delegación Territorial de la ONCE en Castilla-La Mancha, donde se ha realizado la presentación del diseño de los cinco millones de cupones conmemorativos que la ONCE ha lanzado para el Día Internacional de las Personas con Sordoceguera. Este gesto simbólico busca dar a conocer la realidad social de estas personas, todavía envuelta en el desconocimiento general.
La sordoceguera, una discapacidad distintiva caracterizada por la limitación tanto auditiva como visual, impacta aproximadamente a 15 individuos de cada 100.000, sumando cerca de 9.000 personas en España, incluyendo a más de 3.200 afiliadas a la ONCE. La condición difiere entre individuos; algunos no perciben ni luz ni sonido, mientras otros conservan ciertos grados de visión o audición. Originada de forma congénita o adquirida a lo largo de la vida, la sordoceguera implica retos significativos en el ámbito de la comunicación y las actividades cotidianas, restringiendo en múltiples ocasiones el desarrollo personal de quien la padece.
La ONCE no es ajena a esta situación y se esfuerza por brindar apoyo efectivo a través de la Unidad Técnica de Sordoceguera (UTS) y la Fundación ONCE para la Atención a Personas con Sordoceguera (FOAPS), que, con el respaldo de más de 140 mediadores, ofrece anualmente 90.000 horas de servicios esenciales. Además, fomenta la innovación con proyectos como el sistema Dactyls, un lenguaje desarrollado para mejorar la comunicación y la accesibilidad a la información de esta colectividad.
La presentación del cupón tuvo lugar en Toledo y reunió a personalidades tales como Francisco José Armenta Menéndez, director General de Discapacidad; Carlos Javier Hernández Yebra, delegado de la ONCE en Castilla-La Mancha; José Martínez Martínez, presidente del Consejo Territorial de Castilla-La Mancha; e Ignacio Antoranz, una persona con sordoceguera y su mediador, quienes han enfatizado las barreras diarias que enfrentan debido, en gran parte, al desconocimiento de la sociedad general. El acto ha puesto en primer plano la necesidad de que se produzcan mayores avances en los derechos de estas personas, para alcanzar una verdadera inclusión en todos los aspectos de la vida social y personal.
