La Asociación Provincial de Familias de Personas con Discapacidad Intelectual y del Desarrollo (Apanas) ha vuelto a ocupar el céntrico espacio de la plaza del Ayuntamiento de Toledo para reivindicarse con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, que se celebra cada 3 de diciembre. «Visibilizar es el primer paso para sensibilizar».
«Lo que no se conoce no existe. Así ha sido durante mucho tiempo. Y es lo que tenemos que seguir cambiando», ha indicado la presidenta provincial María del Mar Azaña, en el acto celebrado este viernes, en el que este colectivo ha estado arropado por el presidente de la Diputación, Álvaro Gutiérrez; la alcaldesa, Milagros Tolón, y buena parte de la Corporación municipal.
Azaña, echando la vista atrás, ha recordado esos tiempos en los que se creía que las personas con discapacidad «tenían menos valor que el resto», quedando este colectivo «relegado a la segunda fila, cuando no a la tercera o a la cuarta».
«Una realidad invisible o invisibilizada, en muchos casos por las propias familias, porque la discapacidad, especialmente la intelectual, suponía un estigma que era mejor esconder. Por eso, muchas personas vivieron escondidas durante años de los muros de sus casas», ha lamentado.
LA DISCAPACIDAD APORTA VALOR
Así, hasta que en 1992 las Naciones Unidas despertaron las conciencias del mundo con una resolución que supuso el inicio del cambio del curso de este colectivo, pues defendía que la discapacidad aportaba valor a la sociedad y por ello era preciso integrarla.
«Desde entonces hemos avanzado. Aunque es difícil cambiar conciencias, poco a poco lo vamos consiguiendo. Se han logrado avances significativos que están contribuyendo a mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual y su desarrollo y, como consecuencia, el de sus familias».
En ese reto, ha recordado Azaña, se encuadra el nacimiento de Apanas, ya hace 57 años, que desde cada uno de sus centros trabaja para mejorar las habilidades físicas y las capacidades de las personas para progresar en su bienestar emocional y facilitar más oportunidades para su futuro.
SITUAR A LA PERSONA EN EL CENTRO DE SU VIDA
«Lo hacemos situando a las personas en el centro de su vida para que sea ésta la que decida, la que tome sus decisiones que marquen el rumbo de su vida».
Dicho esto, y tras defender que cada 3 de diciembre se consigue visibilizar una realidad que en muchas ocasiones sigue pasando desapercibida, ha defendido que el resto de los 364 días del año siguen estando presentes con el reto de conseguir que las personas con discapacidad intelectual vean reconocidos sus derechos.
«Para ello vamos a seguir necesitando la implicación de todos y, en especial, de las administraciones públicas. Solo con decisiones valientes y decididas como las que se están adoptando en los últimos años, podremos lograr una sociedad más justa en la que todas las personas tengan las mismas oportunidades, en la que todas cuenten y aporten, cada una en la medida de sus posibilidades y capacidades», ha concluido la presidenta provincial de Apanas.
En este acto también ha intervenido Laura González, usuaria del Servicio de Capacitación de Apanas, que se prepara para opositar, convencida de que esta opción le va a permitir «avanzar y crecer».
Por ello, se ha mostrado confiada en que tanto las empresas privadas como las administraciones públicas den a este colectivo «la oportunidad que merece», al tiempo que ha reclamado mayores bazas para que las personas puedan tener «un sueño independiente».
Por último, la alcaldesa de Toledo ha destacado el gran trabajo realizado por Apanas para visibilizar a este colectivo y su contribución en la consecución de «un mundo más justo».
El acto, en el que los participantes han colgado sus aspiraciones en el ‘Árbol de los deseos’, ha finalizado con el disparo de varios cañones de confeti que han teñido de azul y blanco –los colores corporativos de Apanas–, el cielo de este emblemático espacio del barrio antiguo de la ciudad.
