En una franca y reveladora entrevista en el pódcast «La Escalera Roja», Pepe Rodríguez, el afamado chef y jueza de «MasterChef», ha compartido su perspectiva contundente sobre un amplio abanico de temas que abarcan desde la invasión de influencers en su restaurante El Bohío hasta la reciente salida de Eva González de «MasterChef». No ha dudado en expresar su descontento con aquellos influencers que, armados con cámaras, tratan de convertir su restaurante en escenario de sus producciones digitales, llegando al punto de prohibirles el paso.
Rodríguez criticó duramente la actitud de ciertos influencers que se sienten con el derecho de emitir opiniones potencialmente dañinas basadas en sus experiencias gastronómicas sin contar con una base sólida que respalde sus juicios. La trivialización de las críticas, a menudo basadas en meros gustos personales, y la ostentación de consumos lujosos y facturas exorbitantes en redes sociales fueron otros de los puntos que el chef juzgó negativamente. Para él, estas actitudes no solo son obscenas sino que también distorsionan la percepción del verdadero valor detrás de cada plato y el esfuerzo que implica su preparación.
La conversación tomó un giro interesante al tocar el tema de la salida de Eva González de «MasterChef». Rodríguez reveló que, inicialmente, la incorporación de González al formato respondió a una falta de confianza de la productora y la cadena en el equipo de jueces. Sin embargo, con el tiempo, tanto González como el equipo de «MasterChef» se dieron cuenta de que podían manejar el espectáculo de forma independiente, una revelación que, según Rodríguez, la misma González reconocería eventualmente.
Este diálogo no solo expone la firme postura de Rodríguez frente a las tendencias actuales en el mundo de la gastronomía y las redes sociales sino que también ofrece una mirada interna a los cambios y desafíos de «MasterChef», un programa que, temporada tras temporada, sigue capturando la atención de la audiencia. La sinceridad de Rodríguez y su disposición a defender los valores culinarios auténticos frente a la superficialidad de la fama digital se destacan como ejemplos de su compromiso inquebrantable tanto con su profesión como con el respeto hacia el arte culinario.