Pepe Noja Honrado con una Plaza en Puertollano como Tributo a su Trayectoria Artística

En un emotivo homenaje a la memoria y legado artístico del escultor Pepe Noja, la ciudad de Puertollano ha honrado su figura renombrando la plaza que acoge el icónico Monumento al Minero, una obra que desde su inauguración en el año 1983 se ha convertido en la seña de identidad de esta población. La ceremonia de renombramiento de la plaza, que tuvo lugar el 5 de mayo de 2000, resaltó el vínculo profundo entre el artista y la comunidad minera, haciendo eco de un pasado marcado por la solidaridad y tenacidad de aquellos que han forjado la historia local.

El Monumento al Minero representa la humanidad y ese ímpetu laboral inherente al pueblo llano. Así lo expresó Pepe Noja, quien en palabras recordadas durante el homenaje, evocó el sacrificio de los 256 mineros que perdieron su vida y el esfuerzo de miles que contribuyeron al desarrollo de la ciudad. Su obra se erige como un testimonio perenne que retiene la esencia de Puertollano.

Miguel Ángel Ruiz, alcalde de Puertollano, en compañía de los tres hijos del escultor, descubrió la placa conmemorativa que lleva su nombre. La figura de Noja fue recordada como un símbolo de sacrificio y determinación. El alcalde elogió la capacidad del artista de entrelazar sus obras con el espíritu de la comunidad, haciendo de su arte un reflejo de la realidad y el corazón del pueblo minero.

El evento contó con una amplia participación ciudadana, incluyendo a la familia de Noja, miembros de la Corporación, Fuerzas de Seguridad, sindicatos, la Federación de Empresarios, asociaciones y estudiantes, todos testigos del legado del escultor. El monumento que ahora da nombre a la plaza invita a ser tocado y sentido, invitando sobre todo a los niños a interactuar y conectarse con la historia que representa.

José Manuel Noja, hijo del escultor, enfatizó el significado especial que tiene Puertollano en la trayectoria de su padre, señalando el impacto que la ciudad tuvo en su evolución creativa y la vinculación profunda con sus raíces mineras.

El historiador Luis Pizarro destacó la intención original de la estatua, enfatizando que en ella se condensa la esencia de Puertollano y la lucha de sus habitantes. La obra se une a otro tributo que Noja brindó a la comunidad con un busto de Enrique Tierno Galván en 1986.

Finalmente, Juan Sebastián López Berdonces, concejal de cultura, reconoció que Noja, al dar hermosura a lo cotidiano, permitió perpetuar la memoria de aquellos que trabajaron incansablemente en las minas para asegurar el bienestar de las generaciones futuras.

Puertollano, en agradecimiento a la contribución artística de Pepe Noja, ha inmortalizado su nombre en la plaza del Monumento al Minero, y con ello, la ciudad continúa exaltando la nobleza y el sacrificio de su gente minera, cuyos ecos perdurán a través del arte y la historia.

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