El miércoles, Jorge Ponce hizo su esperado regreso a La revuelta con una de sus secciones cómicas más populares. Durante su intervención, relató la peculiar petición de su hija de 7 años, quien le pidió que se hiciera pasar por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para que éste le escribiera una carta a su profesora, Sonia. La petición era nada menos que un permiso para que ella y sus compañeros pudieran hacer lo que quisieran en el colegio.
Ante la risa del público, Ponce no dudó en solicitar al presidente que cumpliera con el deseo de su pequeña y enviara ese escrito. Sin embargo, lo que el cómico no esperaba es que solo un día después, el propio Pedro Sánchez respondiera a su mensaje de manera inesperada. En la emisión del programa de esa noche, Ponce mostró a la audiencia la carta recibida del jefe del Ejecutivo, generando una oleada de risas en el plató.
Para corroborar que la carta era auténtica, Sánchez envió incluso un vídeo al programa, donde se dirigió a la hija de Ponce con un tono ligero y humorístico: «Te voy a escribir lo que me has pedido, y además, te felicito por tu capacidad de escritura, que seguro que es mejor que la de tu padre.» Esta broma provocó las carcajadas del público, que disfrutaba de una dinámica entre el humorista y el político que se tornó delirante y agradable.
Jorge Ponce, al ver la respuesta del presidente, no pudo más que reírse y reconocer que había sido objeto de una «pullita». En medio de risas, David Broncano, el presentador del programa, le recordó a Ponce que su plataforma no es un «podcast universitario donde se puede decir cualquier barbaridad sin repercusiones». Ante este matiz, el cómico admitió que aún estaba «aprendiendo» a manejar su nuevo rol en la televisión.
La carta que Ponce leyó en la emisión incluía una frase humorística de Sánchez: «Deja hacer a las niñas lo que quieran, si no te mandaré a Ponce y Broncano como alumnos. La verdad es que no les vendría mal repasar algunos conceptos.» Además, el presidente aprovechó la ocasión para reconocer el trabajo de los docentes, agradeciendo a Sonia y a todos los profesores por su labor en la educación de los niños, quienes, recalcó, son el futuro del país.
Como colofón a esta divertida interacción, Ponce concluyó con otra broma, mencionando que su hija menor, de 5 años, también tenía una petición para el presidente: buscar soluciones para la problemática de la vivienda, aunque esta vez sin chistes. La ocurrencia generó otra ronda de aplausos y risas en el plató, dejando claro que, a pesar de la seriedad de algunos asuntos, la risa y la conexión entre la política y la comedia son formas de lidiar con la cotidianidad.