La controversia entorno a Iker Jiménez y su programa «Horizonte» sigue escalando tras la reciente filtración de un vídeo en el que el colaborador Rubén Gisbert se embarraba a propósito antes de aparecer en pantalla, aumentando así la tensión y las críticas hacia el espacio televisivo y sus responsables. Esta situación se vio exacerbada por la propagación de información falsa, incluyendo declaraciones alarmantes sobre supuestos hallazgos macabros en el parking subterráneo del centro comercial Bonaire, afirmaciones que Jiménez no tardó en difundir a través de sus redes sociales pero que más tarde fueron desmentidas oficialmente tras una exhaustiva revisión de las autoridades, sin hallar evidencia alguna que respaldase las afirmaciones del presentador.
La reacción de Jiménez ante la verificación de los hechos fue de alivio, expresando su satisfacción por el error de sus fuentes informantes. No obstante, el desgaste en la credibilidad del programa y de sus figuras principales, Carmen Porter y el mismo Jiménez, ha llevado a una mayor escrutinio mediático y público.
En este contexto turbulento, el coronel Pedro Baños, estrecho colaborador del programa, ha salido en defensa de «Horizonte», criticando lo que considera una campaña de desprestigio orquestada contra Jiménez y Porter. Baños ha destacado los buenos resultados de audiencia recientes como un factible detonante de la envidia y los ataques dirigidos hacia el programa, considerando a Jiménez y Porter como víctimas de una injusta inquisición mediática.
A pesar de los desafíos actuales, Baños mantiene una postura optimista respecto al futuro de Jiménez, Porter y el equipo de «Horizonte», confiando en que superarán las adversidades fortalecidos por el apoyo incondicional de sus colaboradores y seguidores. Este respaldo, según Baños, es un testimonio del impacto positivo y del compromiso de «Horizonte» y otros programas asociados con revelar verdades incómodas y brindar un espacio para la libertad de expresión.
El caso de Rubén Gisbert, por otro lado, se destaca como un capítulo aparte en esta saga. Pese a la ruptura de su relación con Jiménez, Baños ha expresado su continua fe en el potencial de Gisbert para influir en el cambio político, recomendando a su audiencia apoyar al joven colaborador en sus futuros emprendimientos.
Este episodio subraya la compleja interacción entre medios de comunicación, la responsabilidad periodística y el poder de las redes sociales en la formación de la opinión pública, así como los desafíos que enfrentan aquellos que buscan desmarcarse dentro de un panorama mediático cada vez más polarizado.