Esta tarde, el programa de Antena 3, «Y ahora Sonsoles», ha sorprendido a su audiencia al conectar en directo con una familia fuera de lo común: Álex y Enara junto a sus tres hijas, quienes han decidido emprender una aventura alrededor del mundo durante un año. La inicial curiosidad por este singular viaje ha dado paso a un debate educativo cuando se ha revelado que las menores no están asistiendo a una escuela tradicional, optando, en cambio, por una educación guiada por sus padres.
Esta modalidad de enseñanza, aunque reconocida en varios países, ha despertado sorpresa y un cúmulo de reacciones en el plató de «Y ahora Sonsoles». La conversación ha girado inesperadamente hacia los métodos de enseñanza de Álex y Enara con sus hijas, quienes, a pesar de no seguir un currículo específico, cumplen con temarios enviados por su colegio de origen, abarcando distintas asignaturas sin una estructura diaria fija.
La decisión de los padres de no someter a sus hijas a exámenes tradicionales y su plan de reintegrarlas al sistema educativo al regreso han sido puntos de controversia, dividiendo opiniones entre los colaboradores del programa. Mientras algunos alabaron la oportunidad única que están brindando a sus hijas, otros criticaron fuertemente el enfoque educativo adoptado, poniendo en duda su efectividad y responsabilidad.
Tensiones han surgido en el plató cuando un profesor de primaria invitado ha cuestionado la eficacia de este sistema educativo alternativo, generando un debate que ha colocado a Álex y Enara en una posición incómoda, especialmente al enfrentarse a críticas directas sin haber tenido oportunidad de responder adecuadamente.
En un giro inesperado, Enara ha expresado su malestar acusando al programa de haberles preparado una encerrona, subrayando que su participación tenía como objetivo inicial compartir la experiencia de su viaje, no defender su estilo de vida ni sus decisiones educativas. Esta situación ha evidenciado un choque de perspectivas, poniendo de manifiesto la diversidad de opiniones sobre la educación y crianza de los hijos.
La pareja ha defendido su postura, insistiendo en que su elección se basa en lo que creen que es mejor para sus hijas, quienes, según aseguran, no solo han adquirido conocimientos académicos sino que también han enriquecido su aprendizaje a través de experiencias culturales directas. Esta defensa ha puesto de relieve la convicción de los padres en su método, a pesar de las críticas.
El programa ha concluido con una disculpa por parte de Sonsoles Ónega, quien ha lamentado si la familia se ha sentido juzgada. Este incidente ha subrayado la importancia del respeto hacia las decisiones personales en lo que concierne a la educación y crianza de los hijos, reavivando el debate sobre las prácticas educativas alternativas y la aceptación de diferentes modos de vida.
La controversia desatada en «Y ahora Sonsoles» refleja la fascinación y el escepticismo que pueden surgir cuando se exploran caminos menos convencionales, especialmente en un aspecto tan fundamental como la educación. En este caso, el viaje de Álex y Enara ha trascendido la aventura física para convertirse en un viaje a través de las complejidades de la educación moderna y la parentalidad.
