U.S. Border Patrol ha reportado un cambio drástico en su estrategia de gestión fronteriza, anunciando que no se liberó a ningún inmigrante ilegal en el interior del país durante el último mes. Esta noticia, publicada por el New York Post, marca un notable contraste con la situación bajo la administración de Biden, cuando se permitió la entrada de aproximadamente 64,000 inmigrantes en mayo de 2024.
El mensaje de la administración Trump resuena fuertemente entre sus partidarios: “Promesas hechas, promesas cumplidas”. Bajo este enfoque, el número total de migrantes que intentaron cruzar de manera ilegal la frontera sur también ha disminuido considerablemente, con 8,725 capturas reportadas el mes pasado. Esto representa una reducción del 93% en comparación con mayo de 2024, cuando se detuvieron a 117,905 personas.
Pete Flores, comisionado interino de Aduanas y Protección Fronteriza, atribuyó este descenso a las políticas más estrictas implementadas durante la administración Trump. Este dato sugiere un retorno a medidas más severas en comparación con los enfoques anteriores, generando una división de opiniones entre los estadounidenses. Mientras que algunos ven esto como un avance hacia la seguridad nacional, otros critican las condiciones de trato hacia los migrantes.
El manejo de la frontera sigue siendo un tema candente en la política estadounidense, y la reciente baja en las cifras de liberaciones actúa como un indicativo del rumbo que se está tomando. Las medidas adoptadas parecen tener un respaldo entre ciertos sectores de la población que consideran esencial fortalecer el control migratorio.
Las repercusiones a largo plazo de estas políticas aún están por verse, pero el impacto inmediato se ha hecho sentir en la fiscalización de las prácticas migratorias en el país. La administración continúa enfrentándose a desafíos en la gestión de las fronteras, un asunto que seguramente seguirá marcando la agenda política en el futuro próximo.
Fuente: WhiteHouse.gov