La directora del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, Irene Pardo, está finalizando los preparativos para la próxima edición del festival, que comenzará esta semana en la ciudad de Almagro, en Ciudad Real. Pardo reconoce que bajo su dirección, el festival celebrará su 50 aniversario y será una fiesta de la vida y de la cultura.
En una entrevista con Europa Press, Pardo dice que ella y su equipo están trabajando a dos velocidades, y que la más rápida comenzó el 2 de enero cuando tomó las riendas del festival. Gracias a la colaboración de sus compañeros, el Patronato y toda la gente de Almagro, han logrado dar forma a la edición de este año. Aunque reconoce que ha sido complicado diseñar el festival en un plazo tan corto, el apoyo de todos ha permitido que ya estén pensando en la edición del próximo año y en cómo celebrar los 50 años de existencia del festival.
Pardo afirma que la celebración de los 50 años del festival debe ser una fiesta especial y que quiere demostrar al mundo que las grandes celebraciones relacionadas con el teatro no solo deben llevarse a cabo en las grandes ciudades. Almagro, con su Museo Nacional del Teatro, es un ejemplo de ello. Pardo espera que el museo siga creciendo en el futuro.
En apenas medio año al frente del festival, Pardo ha querido destacar el legado que ha recibido de los directores anteriores, que han hecho que el Festival de Almagro se convierta en un referente internacional. Pardo quiere dejar un festival saludable en todos los sentidos y que cualquier equipo pueda tomar las riendas del festival una vez que ella haya terminado su mandato.
Uno de los objetivos de Pardo es que el festival se convierta en una cita cultural que esté en consonancia con los tiempos en los que se desarrolla. Quiere que la programación del festival esté vinculada al entorno y al contexto social y político en el que se lleva a cabo. Además, cree que el festival debe estar abierto a diferentes propuestas artísticas y que se convierta en una plataforma para que los espectadores dibujen su propio festival.
Pardo también quiere fomentar la cercanía con el festival y asegura que los creadores son una parte esencial de la ecuación. Quiere acompañar a los creadores emergentes y animarles a encontrar inspiración en el Siglo de Oro. También quiere ampliar el universo del festival con más actividades y que estas se realicen de la mano de profesionales y del entorno cultural de Almagro.
Pardo se siente orgullosa de cómo la gente de Almagro está comenzando a sentirse parte del festival. Quiere que el festival sea un espacio de escucha, en el que todas las partes involucradas en el festival puedan participar y contribuir. Para ella, trabajar en la programación de un festival no tiene nada que ver con trabajar en un solo espacio escénico, ya que implica escuchar a todas las partes involucradas.
En definitiva, Irene Pardo está ultimando los preparativos para la próxima edición del Festival de Almagro y espera que esta sea una fiesta de la vida y de celebración de la cultura. Bajo su dirección, el festival celebrará su 50 aniversario y ella espera dejar un festival saludable y en consonancia con los tiempos actuales. Pardo también quiere fomentar la cercanía con el festival y que todas las partes involucradas puedan participar y contribuir en él.
