El conflicto en Sudán, que ha sumido al país en una crisis humanitaria sin precedentes desde su estallido en abril de 2023, podría experimentar un cambio significativo. Mohamed Hamdan Dagalo, conocido como Hemedti, líder de los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), ha declarado una tregua humanitaria de tres meses. Esta decisión, anunciada en un discurso divulgado por el grupo, se adopta en respuesta a un plan de paz impulsado por Estados Unidos y en línea con las solicitudes del Cuarteto para Sudán, que incluye a EE.UU., Egipto, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos.
Hemedti hizo un llamado a las partes involucradas para que aprovechen esta oportunidad, sugiriendo que la tregua podría ser una vía hacia la estabilidad y la paz, además de proteger a los civiles y permitir el acceso a la ayuda humanitaria. Sin embargo, su anuncio se produce en un contexto de desconfianza, ya que Abdelfatah al Burhan, jefe del ejército sudanés y rival de Hemedti, ha criticado la mediación estadounidense y tiene sus propias condiciones para la paz, lo que plantea preguntas sobre la viabilidad de esta tregua.
La guerra en Sudán ha dejado un saldo trágico: decenas de miles de muertos y más de 13 millones de desplazados. Con la población enfrentando niveles alarmantes de inseguridad alimentaria, la tregua ofrecida por Hemedti podría ser un destello de esperanza en medio de la desesperación. Organismos internacionales como la ONU advierten que las atrocidades cometidas en el conflicto, incluidas violaciones y asesinatos, son alarmantes y requieren atención urgentemente. La comunidad internacional observa con atención mientras se despliega este nuevo capítulo en la búsqueda de paz en Sudán.
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