En un significativo paso hacia la renovación de la cooperación en materia de seguridad, el Gobierno de Panamá ha hecho público el contenido del reciente acuerdo firmado con Estados Unidos, que permitirá una ampliación temporal de la presencia militar estadounidense en el territorio panameño sin que esto implique la instalación de bases militares permanentes. Este acuerdo, que fue suscrito durante la visita del secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, a Panamá, consta de 22 puntos y refleja el compromiso de ambas naciones por trabajar conjuntamente en actividades de seguridad.
La Cancillería de Panamá ha compartido también un análisis detallado del memorando de entendimiento, el cual enfatiza que la soberanía nacional no se ve comprometida por este nuevo pacto. Se asegura que todas las instalaciones de seguridad dentro de Panamá, incluso aquellas designadas para actividades conjuntas, mantendrán su carácter panameño, descartando cualquier interpretación que sugiera una cesión de control territorial.
Este acuerdo se interpreta como una medida que busca fortalecer la cooperación en seguridad entre Panamá y Estados Unidos, permitiendo la presencia de personal y contratistas estadounidenses vinculados al Departamento de Defensa para llevar a cabo entrenamientos, ejercicios y otras actividades de cooperación, siempre bajo un marco temporal y sin contemplar la creación de bases militares estadounidenses permanentes en suelo panameño.
Asimismo, el memorando destaca que el gobierno panameño mantiene la capacidad de terminarlo unilateralmente, con solo seis meses de antelación, mostrando una cláusula de seguridad que permite a Panamá conservar la decisión final sobre la continuación o no del acuerdo.
El documento oficial además incluye imágenes de las instalaciones de seguridad panameñas, las cuales han sido definidas en categorías de ‘zonas de emplazamiento autorizado’ y ‘zonas designadas’, marcando claramente los límites y el alcance de la cooperación.
A lo largo de los años, desde 1990, Panamá y Estados Unidos han firmado una veintena de acuerdos, convenios y memorandos de entendimiento en diferentes materias, incluyendo la seguridad, sin que esto haya implicado una afectación a la soberanía nacional. Este hecho fue resaltado por el presidente panameño, José Raúl Mulino, quien aseguró que la cooperación con Estados Unidos es una política de estado que trasciende gobiernos y se enraíza en la era democrática del país.
Finalmente, es importante recordar que Panamá, un país sin fuerzas armadas desde 1990, rige su política de seguridad a través de cuerpos de policía especializados, manteniendo un compromiso firme con los Tratados Torrijos-Carter que abolieron la presencia militar estadounidense y transfirieron el control del Canal de Panamá a manos panameñas en 1999. Este nuevo acuerdo refuerza esa tradición de soberanía, cooperación y paz.