El diario elmundo.es ha informado de que el gobierno central ha cambiado su enfoque y ahora está presionando al sector agroalimentario para que reduzca los precios de los alimentos en función de las rebajas de costos energéticos y las ayudas públicas, sin tener en cuenta que los agricultores y ganaderos que trabajan en explotaciones familiares están luchando contra costos cada vez más altos y la continua disminución de los precios de muchos cultivos, como cereales y vino, entre otros.
La ministra de Asuntos Económicos, Nadia Caviño, ha declarado que «es hora de que las empresas trasladen la disminución de los costos energéticos y las ayudas que han recibido para compensar el aumento de los fertilizantes a la siguiente fase de la cadena y, en última instancia, a los consumidores y a las familias españolas». Estas declaraciones se realizaron dos días después del lanzamiento del PAN (Plataforma Agroalimentaria en Red), un proyecto que busca llevar la transformación digital al campo y mejorar la competitividad y rentabilidad del sector.
Sin embargo, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos ha expresado su sorpresa por esta doble moral, ya que por un lado se pretende defender el sector, pero por otro, se culpa a los agricultores y ganaderos de cualquier crisis. La organización agraria señala que mientras se habla del PAN, el sector sigue sufriendo los efectos de precios injustos, lo que hace que su futuro sea cada vez más incierto.
El secretario general de UPA CLM ha indicado que los agricultores y ganaderos están muy enojados por estas declaraciones inaceptables, que ponen en peligro el esfuerzo de miles de familias y explotaciones familiares. La UPA Castilla-La Mancha ha estado exigiendo precios justos para el sector durante años y ha asumido las crisis que han surgido. Según la organización, algunas personas parecen no entender cómo se encuentra el sector en España y en Castilla-La Mancha, o quizás ya tengan el PAN bajo el brazo.