En recientes declaraciones, Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, ha expresado su asombro ante lo que considera una respuesta insatisfactoria del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) frente al acuerdo alcanzado entre el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Este acuerdo manifiesta la intención de que Salvador Illa, líder socialista, sea investido presidente de la Generalitat.
García-Page ha compartido un mensaje a través de una red social, captado por Diario CLM, en el que describe como «silencio atronador» la falta de posicionamiento claro del PSOE respecto al acuerdo, que sugiere significativas modificaciones fiscales y de políticas lingüísticas en Cataluña. Según el preacuerdo entre PSC y ERC, existe la previsión de que Cataluña se excluya del régimen fiscal común, otorgándole a la Agència Tributària Catalana poderes ampliados para la gestión, liquidación, recaudación e inspección de impuestos, empezando por el IRPF. Además, se contempla la creación de un nuevo Departamento de Política Lingüística en el Govern.
El presidente castellano-manchego ha criticado este movimiento, argumentando que quienes están en la política, especialmente desde la izquierda, deben centrarse en combatir la desigualdad en lugar de respaldarla o protegerla. García-Page ha calificado el hecho como un «grave atentado a la igualdad» y se muestra confundido ante lo que percibe como un respaldo tácito o una sorprendente conmoción por parte de su propio partido frente al acuerdo.
La declaración de García-Page resalta la tensión y los desafíos que enfrentan los diferentes sectores ideológicos del país, y pone de manifiesto las complejidades de la política española en lo que respecta a la administración fiscal y la gestión de la diversidad lingüística y cultural. La situación genera una expectativa considerable sobre la respuesta oficial del PSOE y las futuras implicaciones políticas que se derivarán de este acuerdo entre el PSC y ERC.