Un acuerdo de colaboración en sanidad entre Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana ha trascendido este miércoles para poner sobre la mesa un tema de especial trascendencia: la gestión del agua. Durante la firma del convenio en Requena (Valencia), los presidentes regionales Emiliano García-Page y Carlos Mazón han coincidido en destacar la importancia de un consenso nacional en la materia, considerando el agua como un recurso de «todos».
Mientras García-Page se ha manifestado a favor de potenciar la desalación, Mazón ha propuesto un enfoque más diversificado que incluye, además del trasvase, el aprovechamiento de acuíferos o sistemas de depuración. Este último ha hecho hincapié en que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico debe desempeñar un papel central y riguroso en la elaboración de una hoja de ruta común para la gestión hídrica.
El socialista García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, ha destacado la complejidad de alcanzar un acuerdo nacional dada la necesidad de consenso, aunque ha subrayado que los impulsos más significativos podrían originarse entre las autonomías. Ha lamentado que en el debate del agua a veces «pesan más los votos que los metros cúbicos» y ha recordado que su región ha obtenido «sentencias clarividentes» en la materia tras un largo historial de litigios.
Por su parte, Carlos Mazón, del Partido Popular y presidente de la Comunidad Valenciana, ha agregado que es fundamental abordar las diferentes alternativas en cuanto al suministro hídrico. Ha apostado por abordar con rigor la complementariedad entre las distintas vías de agua y ha pedido al Gobierno de España que coordine y clarifique las perspectivas para el próximo año hidrológico, con el objetivo de garantizar la continuidad de las inversiones en el sector.
Ambos mandatarios han hecho hincapié en los retos que enfrenta su gestión en el contexto hídrico, aunque García-Page ha observado que las ideas actuales del ministerio están más alineadas con las directrices europeas que en otras épocas.
Finalizando el acto, y en un tono más distendido, los presidentes han bromeado sobre los orígenes del trasvase de agua, con García-Page situándolo en la época del Franquismo y Mazón atribuyéndolo a la figura del socialista Indalecio Prieto. La anécdota ha servido para suavizar un debate que, aunque históricamente tenso, parece abrirse paso hacia el diálogo y el consenso entre las comunidades autónomas implicadas.
