El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y el expresidente José María Barreda han rendido homenaje este jueves a José Bono, su predecesor en el liderazgo del Ejecutivo regional, destacando su contribución para «asentar las bases de la democracia, la autonomía y de Europa», así como su papel en el progreso económico y social de Castilla-La Mancha. Este reconocimiento se produjo durante la presentación de un libro que recopila los discursos parlamentarios de Bono en su época como presidente del Congreso de los Diputados, entre 2008 y 2011.
El evento, que tuvo lugar en un auditorio donde se encontraban figuras destacadas como el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y familiares de Bono, fue inaugurado por la presidenta del Congreso, Francina Armengol. Durante su intervención, Armengol resaltó una célebre frase de Bono: «el tumulto nunca contribuye al progreso», en un claro guiño a la actual situación política en el hemiciclo.
José María Barreda, en su discurso, sintetizó la trayectoria política de Bono y su impacto en la «dignificación» del Congreso, subrayando que su legado ha dejado una impronta significativa. Destacó que bajo la dirección de Bono, Castilla-La Mancha inició una historia jamás sometida a «embelecos nacionalistas», operando siempre con convicciones socialdemócratas y libre de casos de corrupción. Barreda enfatizó que los conceptos de democracia, autonomía y Europa fueron esenciales para el desarrollo de la región a lo largo de las legislaturas.
García-Page también se sumó a los elogios, señalando que Bono estableció una “escuela política” que facilitó la resolución de los problemas de los ciudadanos. Destacó la habilidad de Bono para la oratoria y su capacidad para conectar emocionalmente con la gente, tanto en discursos formales como en conversaciones informales. Además, remarcó la «especial relación» que han mantenido los presidentes de Castilla-La Mancha, logrando un gobierno prolongado del PSOE, a excepción de un mandato en el que gobernó María Dolores de Cospedal.
Bono, por su parte, reflexionó sobre su carrera política, recordando su llegada al Congreso a la joven edad de 28 años, y contrastó sus inicios con la actual atmósfera política, señalando que «se han cambiado las palabras por los puñales». Durante su intervención, agradeció particularmente al expresidente Zapatero, recordando la transición que vivió al ser nombrado para el cargo en el Congreso, y resaltó logros significativos como la retirada de las tropas de Irak y el enfrentamiento con ETA.
Finalmente, Bono expresó su apoyo y orgullo por el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, defendiendo la legitimidad de su trabajo y su honestidad como político, un gesto que reafirma su compromiso con la política y los valores socialistas.