El diputado autonómico del PP en las Cortes de Castilla-La Mancha, Santiago Serrano, ha expresado duras críticas contra el presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-la Mancha, Emiliano García-Page, por lo que considera una actitud de doble estándar en relación con la formación política Bildu. Serrano acusa a García-Page de «blanquear con sus palabras lo que es incapaz de hacer con hechos», refiriéndose a las decisiones políticas.
Según las declaraciones proporcionadas por el partido, Serrano ha calificado como una «pirueta de hipocresía» las últimas afirmaciones de García-Page con respecto a Bildu. El diputado cuestiona cuándo el presidente autonómico instará al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a romper los pactos con la formación política considerada heredera de ETA.
El parlamentario ‘toledano’ señala que García-Page, tanto de manera indirecta a través de diputados, como en su capacidad de secretario general del PSOE en Castilla-La Mancha, está apoyando los acuerdos de Sánchez con Bildu. Además, denuncia la ausencia de García-Page al Senado para confrontar la Ley de Amnistía, así como su postura en cuestiones de financiación autonómica que benefician a Cataluña en detrimento de los servicios públicos de Castilla-La Mancha.
Desde el PP, hay un rechazo rotundo a que los ciudadanos de Castilla-La Mancha sean considerados cómplices de lo que definen como una falta de condena clara del terrorismo por parte de García-Page y Bildu. Serrano ha enfatizado que es patente durante la campaña en el País Vasco que Bildu no reconoce a ETA como una banda terrorista, y este es un comportamiento que, según él, se está replicando a nivel nacional e incluso puede ser motivo de futuros pactos a nivel autonómico después de las elecciones.
Serrano urgió a García-Page a tomar una postura firme y exigir a Pedro Sánchez la ruptura de los pactos con Bildu, especialmente si se considera preocupante la influencia de esta formación en la política española.
Por último, el diputado criticó la gestión actual de Castilla-La Mancha, alegando que García-Page ha dejado a un lado a la región y pone como ejemplo el supuesto abandono de 5000 agricultores ecológicos sin ayudas, mientras busca un alivio en los criterios de la Política Agraria Común (PAC) en Bruselas.