Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, ha decidido sumarse a la batalla legal contra la ley de amnistía recientemente aprobada en el Congreso. Esta semana, el Gobierno de Castilla-La Mancha solicitará al Consejo Consultivo de la región un informe preceptivo, paso necesario antes de presentar el recurso ante el Tribunal Constitucional.
La decisión de Page marca un nuevo y significativo distanciamiento con la dirección nacional del PSOE. El presidente manchego se alinea así con los gobiernos autonómicos del PP de Madrid, Aragón, Comunidad Valenciana, Castilla y León, Cantabria y Andalucía, que ya han anunciado sus respectivos recursos contra la ley de amnistía.
Durante el acto institucional del Día de Castilla-La Mancha, celebrado en Toledo, Page expresó su intención de recurrir la ley, destacando su confianza en que el Consejo Consultivo dará luz verde a la iniciativa. Según sus declaraciones, el recurso se basará en la consideración de la amnistía como «una agresión al concepto de igualdad».
Este movimiento de García-Page añade tensión a su ya deteriorada relación con Pedro Sánchez y vuelve a poner de manifiesto que una nueva convocatoria electoral podría estar a la vuelta de la esquina después de las Elecciones Europeas. Desde que el presidente del Gobierno inició su etapa de diálogo con el independentismo, las críticas de Page han sido una constante. En Ferraz, la dirección del PSOE ha intentado manejar la situación debido al respaldo electoral del barón manchego, quien gobierna con mayoría absoluta.
La relación entre Sánchez y Page se ha vuelto casi inexistente, limitándose a intercambios esporádicos de mensajes en momentos puntuales, como la victoria electoral de García-Page o la investidura del presidente del Gobierno. La decisión de recurrir la ley de amnistía no solo desafía la doctrina del Ejecutivo sobre la constitucionalidad de la norma, sino que también ignora el contexto político reciente en Cataluña, donde, por primera vez en décadas, no existe una mayoría independentista en el Parlament.
Desde la cúpula socialista, la única reacción ha sido reconocer el derecho de Page a presentar el recurso. Sin embargo, esta postura de aparente neutralidad no disimula la creciente brecha entre el líder manchego y la dirección nacional del PSOE, una división que se profundiza con cada nuevo desencuentro político.
Mientras tanto, la situación política en Castilla-La Mancha y en el panorama nacional sigue en constante evolución, con García-Page decidido a mantener su postura crítica y a desafiar las decisiones del Gobierno central en temas clave como la ley de amnistía. La resolución de este conflicto legal y político promete ser un capítulo más en la compleja relación entre Page y Sánchez, y sus respectivas visiones sobre el futuro del país.