Si es reelegido presidente de Castilla-La Mancha, el actual candidato y líder del partido, Emiliano García-Page, ha anunciado que su primer compromiso será la congelación fiscal y su intención de seguir trabajando de la mano con empresarios y sindicatos en materia fiscal. García-Page ha señalado que su objetivo es que la política fiscal no sea un problema para nadie, más bien uno para financiar los servicios públicos y mantener una presión fiscal baja, una de las más bajas del país. Además, ha destacado que continuarán profundizando en deducciones de tipo social, como aquellas que han beneficiado a pueblos afectados por la despoblación.
En relación al municipio de Ocaña, ha detallado que su plan de desarrollo incluirá la atracción de grandes empresas al polígono «estratégico» de la zona que contribuirán a convertirlo en una ciudad. También se ha referido al trabajo del actual alcalde, Eduardo Jiménez, y ha valorado positivamente su labor a pesar de la herencia «verdaderamente escandalosa» que le dejaron sus predecesores.
García-Page ha destacado que no utilizará la herencia para «reprochársela al que estuvo» y ha recordado que el PSOE, durante su mandato al frente de la Junta, no utilizó «lo mal que nos dejaron las cosas para incumplir el programa electoral» como lo hicieron otros partidos. Finalmente, ha expresado su orgullo y agradecimiento al alcalde Eduardo Jiménez por su disponibilidad y su labor al frente del municipio.
