El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha rechazado la propuesta de convertir el Aeropuerto de Ciudad Real en un centro de recepción de inmigrantes, asegurando que esta iniciativa solo busca «una explotación de negocio sobre los seres humanos». Durante su intervención en el Foro ABC, García-Page señaló que, aunque en la infraestructura se pueden plantear diversas alternativas, precisamente esta opción sería ilegal.
El mandatario subrayó las «malas maneras» con las que se quería llevar a cabo la conversión del aeropuerto, criticando que el proceso se intentara implementar «sin hablar con nadie, de la noche a la mañana». Además, aseguró que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no tenía conocimiento de la situación del aeropuerto cuando se reunieron a principios de mes. Según García-Page, Sánchez habría hecho alusión a los campamentos Meloni y a la necesidad de encontrar soluciones que no generen nuevos problemas, insinuando un posicionamiento en contra de la propuesta de acoger hasta 4.000 emigrantes en el campo.
En relación a la inmigración, el presidente castellanomanchego destacó la importancia de abordar el asunto desde un enunciado de «relativo consenso», manifestando su preocupación por que el tema no se convierta en un «campo de batalla» donde prevalezca el populismo. García-Page abogó por un pacto que contemple cómo tratar la migración de manera efectiva, sin complejos ni ataques entre partidos, y sugirió que la verdadera solidaridad debía practicarse en los países de origen de los migrantes.
Por último, García-Page hizo un llamado a no involucrarse en el «juego del negocio» que rodea la emigración, enfatizando que se trata de un problema de fondo que requiere una solución clara, advirtiendo que cualquier intento de parchear la situación sería insuficiente.