El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha expresado su apoyo este lunes a la reducción de la jornada laboral mediante un consenso, en un momento en que la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha instado a los empresarios a llegar a un acuerdo en la mesa de diálogo. En caso de no alcanzar dicho consenso, Díaz ha señalado que su ministerio y el Gobierno tomarán cartas en el asunto.
Durante un evento en Guadalajara, donde colocó la primera piedra del nuevo Centro de Día y de nuevas viviendas con apoyos para personas con discapacidad, García-Page enfatizó que la reforma laboral anterior fue un «éxito» gracias al acuerdo entre las partes involucradas. En este sentido, manifestó su deseo de que la discusión sobre la jornada laboral también culmine en un consenso, subrayando que no ve utilidad en la utilización de ultimátums o amenazas.
El presidente destacó la importancia de restablecer consensos básicos entre los diferentes agentes sociales en España, señalando que las soluciones duraderas son aquellas que provienen de grandes acuerdos. García-Page argumentó que si las decisiones no se basan en consensos sólidos, corren el riesgo de ser alteradas por cambios políticos repentinos.
Además, García-Page llamó a una profunda reflexión sobre la jornada laboral, tanto en términos de duración como en su distribución semanal. Subrayó que la realidad económica ha cambiado drásticamente en las últimas décadas y que las circunstancias varían considerablemente entre distintas ciudades, territorios y sectores. Reconoció que mientras algunos trabajos pueden realizarse de forma remota, otros requieren presencia física.
El presidente de Castilla-La Mancha insistió en que la diversidad y complejidad de la economía actual deben reflejarse en cualquier normativa relacionada con la jornada laboral. Argumentó que no existe una solución única aplicable a todos los sectores, advirtiendo que, desde su perspectiva, es crucial adaptar las normas a esta realidad multifacética.
