El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha propuesto la necesidad de realizar lo que ha denominado «ajustes constitucionales» a través de un gran pacto entre los dos principales partidos políticos del país, el PP y el PSOE. Su objetivo es garantizar que el «edificio» constitucional se mantenga «sano».
Durante su participación en un foro organizado por el diario ABC, García-Page identificó a los «enemigos evidentes» de la unidad española, aquellos que abiertamente buscan su destrucción, así como a quienes actúan desde dentro del sistema, comportándose como «caballos de Troya». Según el presidente, estos últimos desarticulan la Constitución al no cumplirla, lo cual, a su juicio, representa un fenómeno preocupante que debe ser abordado.
García-Page enfatizó la importancia de anticiparse a posibles ajustes necesarios en la Constitución, evitando así la posibilidad de una involución o cuestionamiento general del sistema en el futuro. En este sentido, hizo un llamado a la serenidad y a una reflexión serena sobre el ámbito constitucional, afirmando que actualmente no existe una alternativa viable a la Constitución. Sin embargo, añadió que si alguien planteara un nuevo modelo o texto, este no se diferenciaría significativamente del existente.
El presidente también subrayó que los ajustes propuestos no pueden «eternizarse», citando específicamente el «problema de la prioridad del hombre sobre la mujer en la sucesión a la Corona», lo que considera una incongruencia. Destacó que incluso el propio Rey y la Casa Real han dejado claro que no comparten esta idea.
García-Page concluyó advirtiendo sobre la existencia de quienes abiertamente desean acabar con la Constitución, un texto que considera fundamental para la unión de los españoles, en contraposición a aquellos que abogan por la independencia.