El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha instado a las comunidades del Levante, con especial énfasis en la Región de Murcia, a abandonar lo que considera una «estrategia de demagogia» en torno al trasvase de agua y a adoptar un enfoque más centrado en la desalación. Esta declaración tuvo lugar antes de su reunión con el consejero de Agricultura, Alimentación y Pesca de la Región de Emilia Romagna, Alessio Mammi, en Venecia, en el contexto de la tercera Comisión NAT (Recursos Naturales) del Comité Europeo de las Regiones.
García-Page se pronunció sobre el conflicto entre Murcia y Castilla-La Mancha en relación con el agua, señalando que, más allá de las discusiones políticas, las estrategias europeas se están moviendo hacia la solución de la desalación. «Nosotros hablamos del agua en mayúsculas», afirmó, enfatizando la necesidad de un enfoque más serio en la gestión de este recurso vital.
El presidente de Castilla-La Mancha criticó la «rapiña electoral» que considera está presente en el debate sobre el agua en el Levante, y subrayó que este discurso populista podría desviar la atención del verdadero «drama» que enfrenta esa región sin el trasvase. García-Page citó el hecho de que, durante casi dos años en que el trasvase estuvo inoperativo, el Levante dependió de las desaladoras y sistemas alternativos de abastecimiento.
Finalmente, hizo hincapié en que, a pesar de las críticas a la desalación, esta solución ya está validada en la práctica, y los datos demuestran que es viable para garantizar el suministro de agua en la región. Concluyó que, aunque algunos continúan atacando públicamente la idea de la desalación, han utilizado en silencio sus ventajas y beneficios.
