El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha expresado su inquietud respecto a las demandas realizadas por Junts a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en el contexto de la negociación para la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales. Durante la presentación del Instituto Regional de Seguridad y Salud Laboral en Toledo, García-Page manifestó su deseo de conocer las condiciones que ha impuesto Junts para apoyar esta medida, a la luz de las declaraciones de Díaz, quien ha afirmado que tiene límites y que no está dispuesta a «vender a su país».
El presidente castellano-manchego se refirió a la reciente discusión sobre los Presupuestos Generales del Estado, cuya aprobación permanece en el aire. En ese sentido, señaló que está alineado con la postura de Yolanda Díaz. «Coincido en que para empezar a hablar con gente de la calaña de la extrema derecha que significa Junts, es necesario tener claros los límites de nuestro país y una determinación evidente de no vender España», subrayó García-Page.
Además, el presidente reiteró su interés en conocer las reivindicaciones específicas que Junts ha elevado en esta negociación, advirtiendo que el silencio al respecto podría revivir preocupaciones sobre la integridad del país. «Me gustaría que eso se supiera. No sea que se vuelvan a plantear», enfatizó.
García-Page también hizo hincapié en la necesidad de que el énfasis de Díaz en su rechazo a negociar a costa de la integridad española no sugiera que existe un precio que otros pudieran estar dispuestos a aceptar. En este sentido, recordó que el debate sobre la financiación autonómica está en agenda, lo que añade más complejidad a la situación política actual.
