El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha expresado su preocupación respecto al denominado ‘caso Koldo’, anticipando que las revelaciones sobre este tema serán progresivas y extensas. Al abordar el tema con los medios en Toledo, ha instado a resolver la situación de manera decisiva y temprana. García-Page ha negado la posible vinculación de miembros políticos con el caso, aunque sugiere que podría haber conexiones con sus círculos cercanos.
A pesar de la ausencia de procedimientos establecidos para manejar una controversia de esta naturaleza, el presidente ha manifestado su confianza en que ni el presidente del Gobierno ni otros políticos de su conocimiento se encuentran en sus cargos con el propósito de beneficiarse personalmente. Sin embargo, ha admitido que aún no se ha desvelado la totalidad de los detalles del asunto, y prevé que este seguirá ocupando un lugar prominente en la agenda política española durante un período prolongado.
García-Page ha compartido estas reflexiones en el marco del III Foro Económico Español de Castilla-La Mancha, donde ha comparado los casos polémicos con «bombas de racimo», destacando la incertidumbre sobre cómo y cuándo concluirán estas situaciones. Además, ha hecho hincapié en la importancia de la imagen y cómo las representaciones visuales pueden llegar a ser más impactantes que los titulares de la prensa, insinuando que la situación podría escalar y envolver a otros individuos y empresas.
Como medida preventiva, ha asegurado que está vigilante para evitar que cualquier empresa implicada en la controversia tenga asociación con Castilla-La Mancha. Asimismo, el presidente ha mencionado que durante la crisis sanitaria de la Covid-19, el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, formó un equipo “muy serio” para las adquisiciones de equipo sanitario, limitando la gestión a un grupo reducido por el elevado riesgo de oportunismo que se vivió en aquellos momentos críticos.