En un reciente evento celebrado en Toledo, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha afirmado que la Comunidad Autónoma está preparada para ofrecer planes de formación «ad hoc» dirigidos a las empresas que deseen establecerse en la región. El objetivo es atender cualquier necesidad formativa que puedan tener estas empresas.
Durante la presentación del IV Plan de Formación Profesional, García-Page destacó que ya se están llevando a cabo iniciativas similares con compañías de renombre, como Airbus y Eurocopter. Estas colaboraciones están permitiendo el desarrollo de planes de formación que están dando resultados «verdaderamente extraordinarios». El presidente regional subrayó que esta oferta formativa se presenta como un atractivo principal para captar inversiones, ya que las empresas suelen encontrar dificultades debido a la naturaleza cambiante de la formación requerida.
El modelo propuesto por García-Page evoca una analogía entre la educación pública y la concertada, sugiriendo que ambos tipos de formación pueden coexistir y complementarse. Además, el presidente enumeró otras ventajas que ofrece Castilla-La Mancha para las empresas, incluyendo terrenos disponibles, un marco legal menos restrictivo, numerosas infraestructuras, y el acceso a universidades y servicios de alta velocidad.
Por otra parte, el IV Plan de Formación Profesional que se presentó tiene como meta abarcar hasta el año 2030 y contará con un presupuesto cercano a los 2.000 millones de euros. Se prevé que beneficie anualmente a alrededor de 100.000 alumnos. García-Page enfatizó que esta cifra representa el doble del financiamiento del plan anterior, destacando la seriedad del esfuerzo de inversión en formación. Asimismo, expresó que el plan está diseñado con vocación de ampliación, lo que implica que podría aumentar su presupuesto a medida que se ejecute, similar a lo ocurrido con el tercer plan, que empezó con un presupuesto inicial y terminó superando las expectativas de inversión.
Con estas iniciativas, el Gobierno regional busca no solo fomentar el crecimiento económico a través de la inversión empresarial, sino también asegurar una formación adecuada y adaptada a las demandas del mercado laboral, contribuyendo así al desarrollo profesional y personal de los ciudadanos de Castilla-La Mancha.