El presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha asegurado este sábado que no acude a la reunión del Comité Federal del PSOE a hablar de pactos con algunos socios, como puede ser Bildu, aunque ha añadido que le «duele» que a algunos incluso los puedan llamar socios.
«Yo llamo socio al que le puedo dejar la llave de mi piso cuando me voy de vacaciones y a ver cuánto te encuentras ahí», ha agregado García-Page en declaraciones a los medios de comunicación a su llegada al Comité Federal del PSOE que se celebra este sábado en Ferraz para aprobar los cambios en la nueva dirección del partido.
Los periodistas han preguntado al líder de los socialistas en Castilla-La Mancha su opinión sobre relanzar el partido a través de estos socios, a lo que García-Page ha contestado que él no iba a hablar de estos partidos dentro del Comité Federal, pero que le duele que a algunos se le puedan llamar socios.
El ‘barón’ socialista de Castilla-La Mancha ha sido uno de los más críticos con los pactos alcanzados entre el Gobierno de Pedro Sánchez y Bildu, concretamente con el acuerdo para la Ley de Memoria Democrática.
NO ES UN ULTIMÁTUM
Con todo, ha descartado plantear esta reunión, que aprobará los nuevos cambios, como un «ultimátum» al presidente del Gobierno, proclamando que el PSOE «tiene una fuerza inmensa en el ámbito local y autonómico».
«Hay que centrarse en que el PSOE conserve la fuerza que tiene, de una clara mentalidad que cohesiona y que en las próximas elecciones salga un partido que apueste por la constitucionalidad y que no se meta en aventuras», ha defendido.
Sobre los cambios, el líder del PSOE en Castilla-La Mancha ha apostado por enfocar estos movimientos para «condicionar la labor del Gobierno» y no tanto, según ha dicho, en «que le interesa al partido para ganar elecciones».