Durante la reciente inauguración de las nuevas instalaciones de Airbus en Albacete, Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, aprovechó el contexto de su intervención y la presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para abogar por un consenso a nivel nacional respecto a la distribución de los recursos económicos entre las comunidades autónomas. En su discurso, García-Page subrayó la necesidad de establecer un pacto de Estado en el ámbito de la financiación autonómica, exhortando a que se incluya al Partido Popular (PP) y a todas las administraciones en este acuerdo.
García-Page enfatizó que la riqueza del país es propiedad de todos los españoles y que, por lo tanto, se hace inviable la división monetaria por regiones. De acuerdo con sus palabras, la riqueza no puede ser seccionada ni utilizada como «arma arrojadiza» en el escenario político. El presidente castellano-manchego hizo hincapié en que la dispusición de fondos destinados a la sanidad, la educación y los servicios sociales está directamente vinculada a cualquier mejora en el sistema actual de financiación autonómica.
El llamado de García-Page a un Pacto de Estado va en la línea de las discusiones sobre cómo garantizar una equitativa distribución de la riqueza generada en todas las comunidades, asegurando así la efectividad y sostenibilidad de los servicios públicos fundamentales. Resaltó su apoyo a los esfuerzos que se realizan a nivel nacional para buscar una solución consensuada y remarcó la importancia del factor inclusivo, mencionando explícitamente la necesidad de involucrar al PP en este diálogo. Con esta propuesta sobre la mesa, Castilla-La Mancha se suma a las voces que reclaman un modelo de financiación que responda a las necesidades de todas las regiones de España y que favorezca un reparto justo de la riqueza empresarial del país.
