El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha expresado su preocupación sobre la relación del PSOE con el expresidente catalán Carles Puigdemont, afirmando que «es hora de que el PSOE rompa claramente con Puigdemont, porque realmente nos puede llevar a la ruina como proyecto y como partido». Estas declaraciones fueron realizadas desde Mota del Cuervo (Cuenca), donde remarcó que “los pactos anti natura nunca funcionan bien y este es probablemente de los más graves que ha habido en democracia”.
Sus comentarios surgen en el contexto de las condiciones establecidas por Junts para apoyar el reparto de menores migrantes entre las comunidades autónomas. García-Page indicó que el presidente catalán, Salvador Illa, tiene «una oportunidad extraordinaria» para demostrar solidaridad en la próxima Conferencia Sectorial, sugiriendo que se amplíe la cifra de menores asignados a Cataluña más allá de lo pactado con Puigdemont. «Que no haga lo que le dice un xenófobo», destacó, pidiendo que se aplique la solidaridad más allá de aceptar las imposiciones de Junts.
El presidente de Castilla-La Mancha también recordó que Coalición Canaria, Sumar y el PSOE ya habían presentado una propuesta de reparto de menores en julio de 2024, a la que él se adhiere. «Que nadie diga que no queremos, estamos dispuestos a ayudar conforme a las condiciones del propio PSOE del año 24», aseguró.
García-Page lamentó que se haya acordado que Cataluña «no tenga que ser solidaria» y pueda beneficiarse de «privilegios» en lo que respecta a menores de edad, calificando esta situación como «lo cual roza el colmo de la inmoralidad». Además, expresó que el “cambio de opinión” del PSOE respecto a este reparto se debe a la “imposición de Puigdemont”, reiterando su desacuerdo con esta postura.
