El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha hecho un llamado a la importancia de establecer una regulación para la cooperación interterritorial en la atención a menores no acompañados, en un marco de solidaridad entre las distintas autonomías de España. Este pronunciamiento tuvo lugar este jueves, durante un evento clave para la comunidad: la inauguración de las obras para el nuevo centro de día para personas con Alzheimer y el centro de mayores en Talavera de la Reina.
García-Page ha subrayado la importancia de abordar la situación de los menores no acompañados alejada de las disputas políticas habituales. Ha enfatizado en su discurso que estos menores «deben estar siempre lejos del frentismo político», haciendo hincapié en la necesidad de mantenerse fuera del «campo de batalla» que la política a menudo representa.
Con una postura firme, el presidente ha señalado que Castilla-La Mancha continuará asumiendo sus responsabilidades como siempre lo ha hecho, negándose a utilizar a los menores no acompañados como herramientas en el ámbito político. Sobre este punto, recalca que no deberían convertirse en los «muñecos del pim pam pum político».
En su discurso, García-Page se expresó también sobre su opinión personal en relación con los partidos políticos independentistas de Cataluña, a los cuales acusó de mostrar «lo peor de la condición humana, la xenofobia, el racismo y el odio». Esta situación, de acuerdo con sus palabras, es motivo de vergüenza y se equipara al fascismo que imperó durante la Segunda Guerra Mundial.
El líder castellanomanchego citó la ironía que supone que el éxito de la selección española en la Eurocopa, puede simbolizarse, en parte, en jugadores jóvenes de origen magrebí e hispanoamericano, mientras se tiene que lidiar con los partidos políticos de carácter xenófobo en el panorama nacional. Concluyó su intervención reflejando su preocupación por cómo la gobernabilidad de España puede depender de individuos que califica de «xenófobos, radicales y generadores de odio».
