El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, durante su intervención en el programa ‘Salvados’ de La Sexta, manifestó serias dudas sobre la durabilidad de la actual legislatura en el Congreso de los Diputados, poniendo en duda que pueda completar su mandato de cuatro años. Según recoge Europa Press, García-Page indicó que ve «dos momentos distintos» en el futuro de la legislatura: uno hasta que el expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, regrese a España y el otro a partir de su llegada.
El mandatario castellanomanchego también se mostró escéptico sobre los efectos reconciliadores de una futura amnistía, considerando que impulsarla respondería a un «peaje político» exigido por Puigdemont y que su implementación se enfrenta a tres complicaciones. Estas son: quienes se beneficiarían de ella aseguran que reincidirán, los amnistiados se votan a sí mismos, y la consideración previa de la amnistía como inconstitucional. García-Page cuestionó entonces si una amnistía impuesta por las demandas de los independentistas poseía la misma calidad moral que una decidida soberanamente.
En cuanto a las lealtades políticas, expresó su descontento con la actitud del presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y otros, sobre cambiar las posturas electorales una vez en el gobierno. Aun así, reconoció la disciplina de voto dentro del grupo parlamentario socialista, aunque admitió que si hubiera sido diputado, probablemente hubiera renunciado en lugar de votar a favor de la amnistía.
Respecto a la cuestión de la amnistía y la reconciliación, García-Page es claro en su postura de que la ley no debería ser manipulada para perdonar sin un genuino arrepentimiento, aludiendo a la práctica del perdón en la fe católica, y se mantiene firme en no perdonar las acciones de Puigdemont.
El líder castellanomanchego también abordó la cuestión del referéndum independentista, diciendo que no hay un compromiso firme para realizarlo y que cualquier movimiento en esa dirección debería ser cuestionado constitucionalmente.
Por último, García-Page negó sentirse solo en su postura política y brindó una valoración mixta de su relación con Pedro Sánchez. Aunque calificó positivamente su sintonía en política social, fue crítico en aspectos relacionados con la unidad nacional y los acuerdos territoriales. En cuanto al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, García-Page describió su relación como meramente cortés.
