El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha manifestado una firme posición con respecto a la financiación autonómica actual, destacando la necesidad imperiosa de saldar las deudas que este sistema ha generado con su comunidad antes de implementar un nuevo modelo. García-Page subraya que cuatro autonomías, entre las que se encuentra Castilla-La Mancha, han sido «injustamente tratadas» y «objetivamente infrafinanciadas» bajo el actual esquema.
Durante su intervención, el líder manchego ha recalcado que es esencial resolver esta «cuenta pendiente» antes de proceder a la adopción de un nuevo mecanismo de financiación. Ha dejado claro que esta situación, que también afecta a comunidades como Andalucía, Murcia y la Comunidad Valenciana, debe ser atendida mediante un consenso con el Estado que resulte equitativo, ya sea en el marco previo a las negociaciones del nuevo modelo o como parte del mismo proceso negociador.
García-Page sostiene que, basándose en informes tanto públicos como privados, un análisis retrospectivo de la última década revela que estas regiones han sido perjudicadas por el modelo de financiación vigente. Por lo tanto, exige que se haga justicia y que se compense a las comunidades afectadas.
Además, el presidente de Castilla-La Mancha enfatiza que existe una «unanimidad de criterio en toda España» por la necesidad de un nuevo modelo de financiación autonómica, que no sólo atienda las demandas presentes, sino que también se proyecte para enfrentar los retos futuros de las competencias autonómicas. La expectativa es que este nuevo sistema se desarrolle en un ambiente de consenso y con una visión a largo plazo.