El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha instado a la dirección nacional del PSOE a tomar medidas legales y presentar «querellas criminales» contra aquellos que están acusando al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y al secretario de organización, Santos Cerdán, de un delito «enormemente grave». García-Page subrayó la importancia de que el partido aclare que no hay lugar para «gargantas profundas ni juego sucio» en su organización, y que la única vía a seguir es enfrentar estas acusaciones con una acción judicial contundente.
Durante una atención a los medios de comunicación realizada en las Cortes regionales, el mandatario se mostró dispuesto a proteger el buen nombre de las instituciones y del partido ante lo que calificó como una «degradación sin igual en la política». En referencia a las recientes acusaciones que llevaron al PSOE a abrir un expediente a la militante Leire Díez, García-Page sostuvo que estas no son meras afirmaciones, sino acusaciones graves que requieren una respuesta clara.
García-Page también hizo referencia a la figura de Aldama, al que definió como una «bomba lapa», insinuando que este individuo ha presumido de haber tendido trampas al Partido Socialista. En este contexto, el presidente autonómico expresó su desconfianza hacia aquellos en los que el partido pueda haber depositado su confianza, enfatizando la necesidad de proteger la honorabilidad del PSOE y de los afectados.
Asimismo, el líder regional del PSOE expresó su fe en el sistema judicial y en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Afirmó que la defensa más sólida para la honorabilidad del partido y del gobierno sería el planteamiento de una querella «con todas las de la ley», anticipando que se están preparando acciones legales durante el transcurso del día. Esta postura reafirma el compromiso de García-Page de responder de manera diligente a las acusaciones y de mantener la integridad del partido en un entorno político cada vez más complicado.