El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha destacado este jueves la importancia del acuerdo alcanzado entre el PSOE y el Partido Popular para la aprobación de la reforma del Estatuto de Autonomía en la región. García-Page ha hecho un llamado a la responsabilidad de todos los actores políticos para asegurar que esta reforma se apruebe de manera íntegra en el Congreso de los Diputados.
Durante su intervención en el pleno del Parlamento autonómico, García-Page reconoció que el contexto nacional no favorece un debate sereno, pero enfatizó que esta reforma podría representar «el único elemento de consenso entre el PSOE y el PP en España». Según él, este es un «día trascendente» que legitima un proceso que se inició hace décadas con la Constitución española, señalando que el camino hacia la reforma ha sido «ejemplar» y no todas las comunidades autónomas realizan cambios en sus estatutos de una forma tan inclusiva.
El presidente autonómico valoró el proceso de consulta que se llevó a cabo, describiéndolo como «minucioso» y «universal», y que incluyó las aportaciones de diversos agentes sociales. Este esfuerzo, según García-Page, demuestra que en Castilla-La Mancha se llevan a cabo las cosas de una manera diferente, y agradeció a todos los que apoyan la reforma, así como a aquellos que tienen opiniones diferentes.
La nueva norma, que busca «un cambio leal con España» y no es una reforma ideológica, representa un avance significativo para la región. Emocionado, García-Page afirmó que el texto es un «ejemplo de poder pactar», y acordó que su compromiso era avanzar solamente con un consenso amplio, agradeciendo al Partido Popular por su apoyo y reconociendo que le hubiera gustado un acuerdo desde el inicio.
Ante las críticas de Vox, especialmente respecto al aumento del número de diputados, el presidente argumentó que el número de parlamentarios es un tema importante para la representación y que, de haberse reducido a 25, no se hubieran incluido los cuatro representantes de Vox.
García-Page subrayó que, a pesar de las diferencias, PSOE y PP deben anteponer los intereses de Castilla-La Mancha a los propios de sus respectivos partidos. En relación a la actual situación política en España, sugirió que el Partido Popular debe dejar de ser «la gran excusa de la izquierda y del mundo nacionalista».
El presidente concluyó reafirmando el compromiso del PSOE de seguir dando ejemplo en la región y expresó su deseo de que Castilla-La Mancha pueda servir de modelo para el resto del país, enfatizando que en el día de hoy, tal como se encuentra España, marcar pautas de trabajo y entendimiento es esencial.