El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha reconocido la actitud «discreta» y el «consenso» entre el Gobierno central y la familia del fundador de Falange, José Antonio Primo de Rivera, ante su exhumación del Valle de los Caídos y traslado a cementerio de San Isidro, en Madrid. Con respecto a la Ley de Memoria Democrática que permite esta exhumación, ha destacado el tono «favorecedor» y «constructivo», evitando la politización del hecho y el sufrimiento injusto de los familiares de Primo de Rivera.
García-Page se ha mostrado crítico al respecto de que sean las leyes las que fijen la historia, ya que el cambio de gobierno puede dar lugar a cambios significativos en la historia. «Creo que la restitución de la humanidad para todas las víctimas es fundamental y debería separarse de la ley que intenta establecer la historia», ha explicado.
Finalmente, el presidente ha recordado que la primera ley sobre memoria histórica aprobada por José Luis Rodríguez Zapatero no fue modificada por el Gobierno del PP durante su mandato, a pesar de estar aún en vigor.