El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha llevado a cabo un extenso Debate sobre el Estado de la Región que ha durado casi 12 horas. Durante esta jornada parlamentaria, destacó el papel del PSOE como la formación política con «más ansia de igualdad» a lo largo de los años. García-Page se comprometió a trabajar arduamente para que su partido no se aleje de este principio fundamental.
En su discurso de respuesta al Grupo Socialista, enfatizó que la política debe ser un medio para gestionar los intereses públicos, definiéndola como un compromiso «con alma social». Se autodenominó como un político de centro izquierda, reafirmando su lealtad a los valores de su partido.
El presidente afirmó que su gobierno se ha «mimetizado» con Castilla-La Mancha, basando su gestión en la honestidad y en el cumplimiento de las promesas, lo que a su juicio ha generado un renovado respaldo por parte de la ciudadanía.
García-Page también hizo una reflexión sobre su trayectoria política, recordando su época como portavoz del Gobierno de José Bono. Con un tono irónico, expresó que en el pasado se le cuestionaba sobre su posible salida del PSOE para formar un partido regionalista, destacando que en el actual contexto político, muchos buscan aprovecharse de las oportunidades en los territorios.
Reiteró su convicción de que el PSOE es la organización que más ansía la igualdad, y subrayó que su lucha diaria es para preservar este principio. Durante su discurso, manifestó que se siente en un momento de gran apoyo emocional y político, aunque dejó claro que nunca se presentaría con un partido diferente al PSOE. García-Page remarcó la importancia de priorizar el compromiso con los ciudadanos por encima de la militancia partidaria, asegurando que si alguna vez no pudiera conciliarlos, optaría por retirarse de la política antes que traicionar sus principios.