El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha hecho pública su crítica sobre la gestión del agua del Tajo trasvasada hacia el Levante, poniendo en tela de juicio las prácticas actuales. El mandatario ha destacado que un total de 62 hectómetros cúbicos de agua se han desperdiciado debido a que la cosecha de cítricos no se ha recogido.
García-Page ha expresado estos comentarios en Toledo durante la presentación de la Euro Cup de Baloncesto en Silla de Ruedas 2024. En un tono crítico, señaló que la forma en que se aborda el debate del agua es inadecuada. En particular, cuestionó a autoridades regionales del levante español que han manifestado que los asuntos hídricos deben tratarse desde una perspectiva técnica.
El presidente ha sido contundente en su condena, afirmando que la referencia al rigor técnico oculta en realidad una cuestión económica. Según García-Page, el verdadero interés detrás de la discusión técnica es el «dineral que hay detrás de casi todo,» refiriéndose a la industria y los beneficios relacionados con la utilización del agua trasvasada.
Este asunto se enmarca en una problemática más amplia de gestión de recursos hídricos en España, donde el trasvase Tajo-Segura ha sido históricamente un tema de controversia entre las comunidades autónomas involucradas. La falta de recolección de la cosecha de cítricos y el consiguiente derroche de agua han reavivado el debate sobre la eficiencia y la justicia en el uso de dichos recursos hídricos.
