El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha manifestado su desacuerdo con la idea de establecer «fronteras» dentro de España, afirmando que el país se está alejando de los principios de la Unión Europea. En una entrevista emitida este martes en Tele 5, García-Page abordó la reciente solicitud de Junts de transferir competencias migratorias a Cataluña, señalando que en el ámbito europeo se promueve la libertad de circulación y una mayor integración, mientras que en España se están creando divisiones territoriales.
García-Page criticó la actitud de los principales partidos políticos del país, incluido el suyo, por actuar en sentido contrario a lo que se espera de un Estado descentralizado. Según sus palabras, la política nacional está empezando a concebir a España no como una nación con regiones autónomas, sino como «17 países distintos». Esta visión, para el presidente, implica una interpretación errónea de la soberanía, que debería pertenecer a todos los españoles en lugar de fragmentarse en intereses regionales.
El presidente de Castilla-La Mancha consideró que la demanda de Junts es una pieza más en un «eslabón de cesiones muy graves» y subrayó que se trata de una competencia que debería ser «clarísimamente exclusiva del Estado». García-Page expresó su preocupación, enfatizando que permitir a una comunidad autónoma asumir responsabilidades que corresponden a un Estado es un paso peligroso. La petición de Junts, según él, no solo refleja un deseo de mayor autonomía, sino que se enmarca en un discurso que podría tener tintes de rechazo y xenofobia hacia el resto del país.
Finalmente, García-Page recordó que, como socialista y como miembro del Gobierno, ha jurado respetar y hacer respetar la Constitución, instando a la prudencia en el contexto político actual.