El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha expresado su contundente desacuerdo con el reciente reparto del impuesto sobre la banca entre las comunidades autónomas, calificándolo de «muy ‘trumpista'» y «tramposo». Estas declaraciones fueron realizadas durante un acto en la localidad de Torija, en la provincia de Guadalajara. García-Page criticó que la medida se haya implementado en el último momento y sin el respaldo jurídico correspondiente, lo que, a su juicio, induce a cuestionar la legitimidad del proceso.
El presidente ha indicado que los servicios jurídicos de la Junta consideran viable presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional para cuestionar la forma en que se distribuya este impuesto, especialmente si se basa en el producto interior bruto (PIB) de cada comunidad. García-Page está a la espera de un informe del Consejo Consultivo regional, que decidirá si se procede con la acción legal.
Asimismo, el líder socialista ha subrayado la importancia de priorizar los intereses y valores constitucionales por encima de intereses partidistas. En este sentido, ha enfatizado que la política no debe llevarse a cabo a cualquier precio y que las decisiones deben basarse en principios democráticos y sociales sólidos.
Durante su intervención, García-Page también ha defendido que «es razonable que paguen más los que más tienen», pero ha subrayado que es «dramático» que los fondos obtenidos de los contribuyentes más adinerados no se destinen a los que menos tienen, sino que se utilicen en beneficio de quienes ya poseen más recursos. Esta situación, según él, contradice los valores establecidos por la Constitución Española.
El presidente ha alertado sobre los peligros de esta norma, advirtiendo que podría sentar un “antecedente peligrosísimo” para la unidad de España en un contexto ya complicado, caracterizado por un aumento en la desinformación y noticias negativas. Además, ha resaltado que los impuestos deben ser una herramienta para financiar servicios públicos e infraestructuras, y no ser utilizados como una forma de castigo o venganza política.
