Desde Toledo, en el Palacio de Fuensalida, Emiliano García-Page, el presidente de Castilla-La Mancha, ha mostrado su desacuerdo con la idea de la coalición plurinacional, término que considera un «invento» equivalente a la «terminología propia de la M-30», durante la firma de un convenio con la Universidad de Castilla-La Mancha para la creación de la Cátedra de Igualdad de Género en el ámbito laboral.
García-Page ha criticado el uso del concepto «singularidad» en oposición a «igualdad», recalcando que lo verdaderamente contrario a igualdad es la «desigualdad». Reconoció que cada individuo es único, pero negó la necesidad de confrontar singularidades, afirmando que esta diferenciación es «una actitud, una voluntad que una realidad física», y que todos somos singulares en algún sentido.
El presidente castellanomanchego ha enfatizado que «aquí hay una nación, que es la española», y ha expresado confusión y rechazo acerca de las motivaciones detrás de promover una coalición plurinacional. García-Page ha subrayado que la nación española es el «contenedor» que posibilita trabajar por la igualdad y es la entidad que debe asegurarlo.
Además, distinguió entre diversidad e igualdad, considerando que la diversidad es una «condición esencial a la condición humana» que no debe confundirse con privilegios. Poniendo de manifiesto la diferencia de trato a los ciudadanos en términos de servicios públicos, oportunidades y derechos, señaló que todos deberían tener las mismas oportunidades, noción que encarna la verdadera igualdad.
Por último, García-Page ha lamentado tener que explicar lo que considera evidente y ha reprobado juegos de palabras y terminologías que a su juicio no abonan a una política duradera y sustantiva. Concluyó enfatizando que la diversidad es un tesoro, pero no una justificación para obtener privilegios especiales.
